viernes, 19 de abril de 2024

Orígenes del Castella: "Hay una experiencia tipo personal que revela lo valioso que estaba haciendo Arnoldo", escribió Uladislao Gámez


 Conocí a Arnoldo Herrera en el momento que me retiraba de la Facultad de Educación de la Universidad de Costa Rica con sede aquí en la Escuela Normal de Heredia, me retiraba de las lecciones de Música Escolar, yo era profesor pero pasaba al Ministerio de Educación. 

Buscando profesores encontramos a Arnoldo y empezamos a tener una relación inmediata para valorar qué era lo que se venía haciendo y cómo se venía haciendo, y cuál era la intención y el objetivo de las lecciones. De inmediato Arnoldo (que sobre todas las cosas era un Maestro de Música perfecto, con todas las inquietudes, con todas las fuerzas, con todo el entusiasmo que siempre lo caracterizó), toma las lecciones y las realiza con gran éxito, esto nos mantuvo en unión y llevamos una amistad bien fundada desde ese momento. Luego lo seguí a lo largo de toda su vida, pues esto nos llevó a una amistad más cercana, fue el momento en que Arnoldo pensó en una escuela de arte para los niños concretamente, yo estuve de acuerdo con él. En ese momento fallece el señor Castella dejando una pequeña suma de dinero para actividades musicales, Arnoldo se adelantó y siembra la idea de esa escuela que buscaba. Es muy interesante porque un conservatorio como el que se quería, necesitaba que el profesorado fuera tan conocedor del objetivo y que además tuviera cualidades personales que le permitieran aprecia lo que se estaba haciendo en el colegio.

A Arnoldo había que dejarlo que hiciera las cosas a su modo, siempre tenía su forma de resolver los problemas porque era como un todo. Algunos criticaron mucho el tipo de escuela porque era una enseñanza muy amplia, muy abierta, muy libre, y los niños se manifestaban en su personalidad de chiquillos, lo cual la gente le asustaba la indisciplina que había en esta escuela. Eso no le preocupaba a Arnoldo, y desde luego yo que era su jefe superior, pues sabía lo que Arnoldo quería y lo que Arnoldo estaba haciendo, y se le permitía. Así Arnoldo cumplió con su escuela primaria con éxitos extraordinarios, pero al terminar la escuela primaria, la idea insistente, seguir a la educación secundaria, no se había pensado que la escuela tuviera la prolongación a la secundaria, pero a Arnoldo no se lo podía atajar en sus ideas, opinaba y actuaba con permiso o sin él, si consideraba que había que hacerlo lo hacía, desde luego que necesitaba mucha comprensión y estábamos de acuerdo en dársela, dejarlo que creyera lo que él conocía. La escuela secundaria empieza con un primer año, pero la sede de Sabana Norte ya no era suficiente para tanta gente y para tanta actividad. 

La secundaria lo obliga a buscar campo, desde luego el Ministerio no tenía medios para comprarle algún lugar donde pudiera establecerse. El Ministerio no lo tenía pero él sí, gracias a su propia actividad, y su propia agresividad ante la realización de las ideas. Un día me dijo: "ya tenemos finca en el Barreal de Heredia", después conocí como la junta administrativa del colegio le había aceptado la idea y cómo se había facilitado la posibilidad de compra de la finca, la compraron y la hicieron. Ahí mismo se realiza algo extraordinario, los propios alumnos del Conservatorio de Castella construyeron las primeras plantas del colegio. Allá el lodo, allá haciendo el ladrillo, allá las máquinas, no había problema, ahí estaban todos los alumnos haciendo y realizándose en la construcción del colegio, desde luego se necesitaba una gran comprensión, y aplacar las críticas que abundaron, no dejarse ir por las críticas sino por lo que uno mismo estaba comprendiendo, esto me llevó a que se acrecentara en mí la admiración, el respeto, el cariño y el afecto hacia Arnoldo.

El asunto con Arnoldo es que no pensaba en una actividad, se abría completamente a todas las actividades artísticas, y ese sabor se lo dio a su escuela. Pronto ahí los muchachos con moldes de barro haciendo esculturas, en madera, en piedra, etc. Hay una bellísima escultura de Mauro Fernández en el colegio de San Juan de Tibás creada por un alumno de la escuela de Arnoldo. Él tenía la particularidad de que se abría a las impresiones que tuvieran sus propios alumnos, les daba no solamente lo que él quería dar sino lo que el alumno necesitaba que se les diera para seguir sus propias actividades, sus propias capacidades, era muy abierto, fue la característica que siempre tuvo Arnoldo. 

Una buena vez asistí a un acto público en Sabana Norte, se presentaron dos muchachos en piano, yo había logrado cierto avance y capacidad en el instrumento, había tenido mi avance personal y conocía bien la técnica, al verlos y escucharlos en forma tan brillante como la que hicieron uno y otro no me pude controlar y subí al escenario para felicitarlos y ofrecerles al mismo continuidad. Le pregunto a uno qué va a estudiar?, lo cual me respondió: yo ya hice la solicitud en la Universidad de Costa Rica, qué va a estudiar en la Universidad de Costa Rica?, medicina me dijo. Entonces el modelo no exige que la vocación se continúe militarmente, el muchacho sale con una base de cultura firme, fundamental, pero que le permite optar por otras actividades de tipo académico, y esto no es más que la libertad en donde se han formado estos muchachos. 

El segundo sí, me dijo, yo voy a seguir estudiando el piano, pero salgo del país porque tengo una beca en Alemania. Ese era otro de los aspectos de Arnoldo, el interés que ponía a los muchachos distinguidos en abrirles oportunidades, en este caso Europa, así sacó tenores, así sacó sopranos, entre otros. Recuerdo que había un tenorcito muy lírico, muy bueno, de repente el muchacho salió con una beca para España al Conservatorio de Barcelona

Arnoldo hacía sus viajes y andaba a su vez buscando para el colegio. Arnoldo y el Castella eran una sola cosa, para él era más que la corbata, más que el vestido, más que el saco, era algo fundamental de él, y le conseguía grandes oportunidades a sus muchachos. Algunos volvieron al país, otros no regresaron, el muchacho que hablé es un concertista internacional: Luis Monge, muchacho de gran valía, precisamente  cuando llega a Costa Rica no pudo dar un concierto con la Sinfónica Nacional porque no le dieron la oportunidad. 

Él creaba su propia pedagogía. Esto desde luego chocaba con las normas un poco rígidas que poseía la estructura del un ministerio, las disposiciones del Consejo Superior de Educación en cuanto a planes, programas y todo eso. Arnoldo no podía respetar esas normas, entonces se logró con el Consejo Superior de Educación que se dejara la experiencia de Arnoldo completamente abierta, que se le permitiera trabajar como él quería. Y así se creó, así siguió y así es, porque Arnoldo le dio una fuerza tan grande de creación a esa institución como nunca se había logrado en el país, ni en lo académico ni en lo artístico; por eso el Conservatorio de Castella es un modelo de colegio para el país, y por eso años más tarde el Consejo Superior de Educación para reconocerle el trabajo a Arnoldo, declara obra de arte todo lo que ha hecho el Conservatorio de Castella, en todas las actividades  artísticas. Es decir, no es obra de arte porque escribió un libro, no es obra de arte porque sabía dar lecciones, no; es obra de arte todo lo que él podía, hacía, y quería hacer, esto es una característica muy clara, muy concreta, que fue inusitado que el Consejo le diera esa libertad de trabajar y que se le reconociera su trabajo como obra de arte. 

Arnoldo se creó él, fue autor de su propio pensamiento, fue autor de sus propias manos, fue un poco de Abraham Lincoln, yo diría que Arnoldo fue un lincolniano perfecto

El Conservatorio de Castella es un modelo exclusivo de Costa Rica y del área, antes de este Conservatorio no había en ninguno de los países centroamericanos ninguna institución de esa naturaleza. No se puede comparar desde luego una institución  experimental como la que inició Arnoldo a la par de lo sistemático progresivo que lleva el desarrollo de la educación del país; pero sí es ejemplar la forma de lograr la espontaneidad del niño entre el resultado de escuela sistemática y una escuela experimental abierta totalmente. Aún más, al iniciar esta escuela hasta los propios profesores fueron escogidos, no era cualquier profesor el que llegaba al Conservatorio sino que debían tener capacidad artística, comprensión artística, cultura artística, porque si no venía el choque entre el sistema académico y el artístico, ya que lo académico exigía que las cosas fueran de una forma determinada y el Conservatorio de Castella desarrolla libremente toda una forma de proceder en su organización metodológica; es muy distinto, este es uno de los valores del Conservatorio, que dentro de la institución se realiza con mucho éxito tanto lo académico como lo artístico. Hoy día el Conservatorio de Castella forma sus bachilleres y ellos llevan información de materias académicas, pero a la par llevan asignaturas propias del objetivo del Conservatorio.

Hay una experiencia tipo personal que revela lo valioso que estaba haciendo Arnoldo. En un momento cualquiera, recibo una llamada de teléfono de una familia que venía de República Dominicana, que querían conocer el sistema educativo del país, las personas eran representantes de grupos industriales  que ayudaban a las escuelas de ese país. Cuando conocí la idea me trasladé a atender las visitas y les dije: bueno, colegios de educación secundaria -académicas- ustedes tienen allá y los tienen muy buenos, de modo que vamos a ir a una escuela experimental que se llama Conservatorio de Castella. Cuando llegamos, casi sin anunciarle a Arnoldo porque todo está acordado en el automóvil, al parquear, el auto fue rodeado de chiquillos, éstos empezaron voluntariamente a saludar a las visitas y a mí, desde luego esto asombró a los señores, la capacidad de cultura del niño, de atención a la gente extraña a la Institución. La señora, con ese sentimiento maternal de la mujer, se encantó con un chiquillo que se le acercó mucho, que de una vez la abrazó y le dijo: venga para que conozca nuestro colegio, y los chiquillos sentían que estaban ante visitas que tenían que conocer su colegio; es decir que el Conservatorio de Castella es interior al alumno, ellos son los dueños del Colegio. Entonces llevaba a la señora guiándola, enseñándole esta, otra cosa, hasta que llegamos a un grupo de primer grado que estaba trabajando, y donde pertenecía el alumno, él llegó y se sentó en su pupitre. La maestra nos atendió, el señor Tabares preguntó qué están estudiando?, los chiquillos eran los que contestaban y no daban tiempo a la maestra que escogiera quién. Bueno, ahora estamos en clase, en tal asignatura, pero después yo para el piano; otro dijo: yo para violín, entonces esto perdió totalmente al señor Tabares, porque uniformidad de grupo y academia; es decir un grupo fijo, no puede separarse de un programa, de un plan, aquí cada chiquillo escogía. Inmediatamente  el señor preguntó: quién planea esto? un chiquillo arriesgado se paró y dijo: yo planeo lo mío, los demás planean lo de ellos, cada uno de nosotros planeamos lo que tenemos que hacer, por ejemplo a mí me gusta el piano, y yo quiero tocar el piano. Esto perdió al señor porque se necesitaba tener mucha capacidad en materia de educación, se necesita mucha capacidad de comprensión de la capacidad del niño para planear su vida, cuando está en un ambiente que le permite hacerlo, salirse de lo fijo de un plan sistemático, progresivo, graduado, para hacer lo que necesita a la hora que lo necesite. Este fue un golpe certero que le pegó el chiquillo a la visita, desde luego, ya se le tuvo que explicar a esa gente cómo funcionaba la Institución, estuvieron en la clase hasta que se terminó, ya tocaba el almuerzo.

Yo tenía un problema de tipo personal, esa pareja eran millonarios de mucho poder, me pregunta a dónde los llevo a almorzar? mientras estaban en el aula. De repente llegó el chiquillo y resolvió el problema, tomó a la señora y dijo: "vengan a almorzar con nosotros". Yo no hallaba qué hacer, porque yo conocía los comedores escolares, invitar una visita millonaria era poner en aprietos al director, pero Arnoldo se moría de risa de todo lo que estaba pasando, porque era ideal, como que ese chiquillo lo hubiéramos hecho especial para ese día 😊. La señora se volvió al marido y le dijo: quedémonos a almorzar. Los chiquillos salieron volados pusieron una mesa, un mantel, trajeron arroz, frijoles, albóndigas, algo más, y la señora parecía que nunca había comido una delicia tan grande, de feria el chiquillo dijo: les voy a traer una cosa, se fue y trajo un cacao, el postre de ese día, la señora no se comió uno, se comió dos, y se hubiera comido tres, porque estaba feliz.

El señor Tabares que me parecía tenía una gran autoridad en cooperación con la educación, se queda viendo y le dice a Arnoldo: mire don Arnoldo, usted se iría el lunes con nosotros directamente a Santo Domingo?, Arnoldo con su franqueza abierta responde para qué? pues para que nos haga lo que usted tiene aquí. Arnoldo técnicamente le dice: esto se hace en Costa Rica, yo no conozco Santo Domingo y no sé si se pueda dar un colegio del tal apertura, de tal respeto a la concepción del niño. El señor vuelve a insistir, entonces Arnoldo le dice: no me puedo ir, porque es a ustedes a quienes les toca formar su propia escuela; sin embargo me puede mandar unos tres maestros escogidos por ustedes para recibirlos y ponerlos a trabajar aquí, para que conozcan y lleguen a Santo Domingo con las ideas.

Los señores Tabares llegaron a su país, un tiempo después estuvieron por un periodo unos maestros en el Castella ❤️. Qué resultado obtuvieron? No lo conozco.

Ese día el Conservatorio se dibujó, se presentó en una forma tan viva y tan real, que asombró a una persona de una cultura superior, que estaba deseando elevar el nivel cultural de su país. Fue un reconocimiento muy valioso, porque después supe que él llegó maravillado a su país, contando lo que había visto en el Conservatorio de Castella. 

 Uladislao Gámez Solano (Puntarenas, 8 de agosto de 1909 - Heredia, 12 de enero de 2005) fue un docente y político costarricense, ejerció el cargo de Ministro de Educación Pública en tres ocasiones, todas durante las tres presidencias de José Figueres Ferrer.

Este material fue publicado para el 51 aniversario del colegio, en el 2005, por la Revista Cultural Castella. En ella se indica que se permite la reproducción parcial o total indicando la fuente.

domingo, 14 de abril de 2024

Orígenes del Castella: don Guillermo Malavassi profundiza sobre el espíritu libre e independiente de la institución.


Foto tomada de Youtube.

Conocí a don Arnoldo en la Escuela de Tres Ríos siendo yo estudiante de tercer grado, y luego su discípulo en cuarto grado, él tenía dieciseis años y llegó como profesor de música, el padre de él también era maestro y él vino como a sustituirlo un tiempo, como a trabajar con el papá, pero luego se notó el cambio extraordinario con la presencia de don Arnoldo, en el modo de valorar la música, la importancia que le daba, en la forma que enseñaba y en el disfrute que lograba con los estudiantes. Para mí resulta tan inolvidable haber conocido a don Arnoldo que con él las canciones que aprendí yo las canto todavía. Él dejaba una huella profunda y un interés muy grande por lo que hacía. De manera que desde entonces y ya en mi pueblo lo conocí un poco más, después se fue con una beca a México, no lo volví a ver por unos años, pero su simpatía, su manera agradable de tratar a los niños, a los colegas, a los maestros, digamos que era una persona que se daba a querer, pero al mismo tiempo exigía, trabajaba, pero que estaba profundamente a gusto con lo que hacía, y esto se proyectaba sobre los niños de la escuela. Lo conocí desde que tengo nueve años, y desde entonces, lo recuerdo con un inmenso cariño, respeto e interés. 

Cuando don Arnoldo regresa de México y comienza con el Castella, un poco lejos de mis actividades de las de él pero siempre con un gran cariño por la persona de don Arnoldo y su familia, años después llegué a ser Ministro de Educación Pública, entonces el encuentro con el Castella fue extraordinario. Don Arnoldo fue de los candidatos para director de la Orquesta Sinfónica Nacional, junto con don Carlos Enrique Vargas y don Benjamín Gutiérrez, pero por varias razones la votación que se hizo del entonces Consejo Directivo de Artes y Letras fue favorable a don Carlos Enrique, porque tenía más experiencia, se había ido a estudiar para prepararse para esos, don Arnoldo, se estimaba que estaba muy ocupado con el Castella, don Carlos Enrique ya estaba pensionado, don Arnoldo sintió mucho esto. Cuando él estuvo en el Consejo de Artes y Letras, yo era el ministro, y pudimos ver muchas cosas relacionadas con el arte, con la música, con el Castella, y algo muy particular, cómo empatar el Conservatorio de Castella con las estructuras del Ministerio de Educación Pública que era la parte más difícil. 

Don Arnoldo por su parte siempre lo hizo como saltándose las reglas, de una manera muy particular, claro hubo la revisión de programas, decidí hacer las cosas como había que hacerlas, entonces se hizo el programa que necesitaba el Castella, sobre todo en secundaria, en primaria como que era más fácil de manejar, se trabajó en la parte académica y se entendió que se necesitaban condiciones especiales para llevar adelante el trabajo. El Castella se diferenciaba en todo, en la persona del director, en la contratación de los profesores, tenía mano libre para contratar a los profesores que se consideraban convenientes, en la disciplina de estudio, el gran interés por parte de los estudiantes, luego el ambiente de libertad, don Arnoldo hablaba mucho de SUMMERHILL, pero la verdad es que don Arnoldo era un hombre disciplinado, Summerhill no, era diferente, pero le gustaba encontrar un ambiente de libertad, solo que don Arnoldo era muy cuidadoso en eso, la libertad ahí era la que tenía que ver con el plan de estudios, que pudieran hacer lo que les impulsa su espíritu creativo, parece que lo lograba, sobre todo con los estudiantes que tenían más vocación, otros definitivamente no. 

Pero entre las cosas grandiosas de don Arnoldo como persona y que va ligada a su obra (que para mí es muy valiosa, le conocí de niño y me causó una enorme impresión que me llenó de humanidad), siendo ministro y siendo muy rígidas las disposiciones legales vigentes entonces, en los años sesenta seis -setenta, los consejos de profesores de colegios aplicaban la disciplina con gran vigor en diversas circunstancias y los estudiantes adolescentes pues a veces se jalaban sus grandes tortas, siendo casi imposible su presencia en los colegios, pero luego la consecuencia era que resultaban expulsados o castigados muy fuertemente, el problema redundaba para ellos, para sus familias y para su futuro. Entonces yo recibí la expulsión creo que de seis estudiantes de un colegio, yo sabía que como ministro podía revocar la medida de un consejo de profesores, pero cómo le metía a la fuerza seis estudiantes que el colegio había expulsado, se volvían a reunir y los volvía a expulsar, no se podía, como cuando a alguien ya no lo quieren en alguna parte, no se puede exigir que se amen, cuando los esposos ya no se quieren y se golpean, pueden matarse uno al otro, de modo que no era la parte legal la que me preocupaba, yo podía revocar la medida, si no la parte humana y pedagógica, yo podía quedarme cómodo, pensar que se merecieron la expulsión, desentenderme, pero me dolían esos muchachos, lo que iban a perder, lo peligroso en la adolescencia. 

Don Arnoldo llegaba con mucha confianza al ministerio, casi no pedía citas, tocaba la puerta y entraba, era mi maestro y yo lo quería mucho, entonces me vio preocupado, se enteró, siempre estaba enterado de todo, yo no sé cómo hacía, estaba enterado de que estaba apenado por la situación de los muchachos, entonces me preguntó ¿señor ministro, de qué está usted preocupado?, le comenté la situación de los muchachos, que esa expulsión puede significar que ningún colegio los va a admitir, don Arnoldo hizo una pausa y me dijo: mándemelos al Castella, ¿cuándo?, mañana mismo, pero don Arnoldo estas son seis fieras, no se preocupe me dijo, yo le manifesté que no quería hacerle problemas al Castella, que los tuviera a prueba y que me mantuviera informado, nunca me dijo nada, se los llevó, los alumnos se amoldaron, se revolvieron con los demás; esto sí que me impresionó profundamente, él tenía un alma de maestro, y no solo en el aspecto musical, que es una de las definiciones, porque hay gente de arte que es insoportable, están tan pegados a la cuestión artística que no les importa los demás, si no que don Arnoldo era un artista por supuesto, pero también era un maestro, que quería y se interesaba por las personas.

Esto es un problema muy interesante, porque precisamente, es una de las dificultades de llevar adelante ciertas tareas de arte, una persona puede ser muy buena en su arte, pero si es una persona que no guarda ciertas reglas o conceptos, entonces, se confunde el arte con anarquía, esto es un problema, don Arnoldo sin dejar de conceder libertad, de correrse riesgos naturales lograba mantener una responsabilidad de maestro, él me contó muchas cosas de esto. 

De tal manera que ya lo del Castella ocupó un lugar muy central de mi corazón de ministro, por don Arnoldo, por lo que hacía, entonces se buscó toda la manera de poner la estructura del Castella dentro de las estructuras del ministerio, y ya salió un programa propio, un programa de estudios que se puede consultar en el Código de Educación que se publicó en el año 69, ya aparece el Castella como una entidad independiente con un programa de estudios, así como había colegios académicos, colegios agropecuarios, colegios profesionales, colegios técnicos, también existía el Colegio de Artes del Conservatorio de Castella. 

De repente, don Arnoldo se excedía, recuerdo que una vez la Asamblea Legislativa aprobó una partida para que construyera algo y él tenía que hacer la junta para la licitación, un día me dijo: construí todo sin licitación, era una millonada. Le manifesté que normalmente una cosas de estas merece la destitución, es un hecho contrario a la Ley de Administración Financiera y a las responsabilidades del cargo, entiendo que usted necesitaba que se construyeran las aulas lo más rápido posible, entonces le manifesté que la única manera que había de arreglar el asunto era crear una ley, me dijo que había hablado con los diputados y en cuestión de días se dio la ley autorizando que lo que había hecho era legal. Arnoldo era un tipo audaz. 

Se logró entender que se necesitaba una libertad programática, sin prejuicio de enseñar en la "escuela" lo que se enseña en el colegio-programa, para que el espíritu creativo pudiera diseñar su vocación sin sentirse constreñido por las limitaciones que a veces el plan de estudios incluye, y que los profesores lo hacen más rígidos con sus vicisitudes, entonces no hay un espacio para que una persona pueda un poco sentir el grito de la profesión, las dificultades en altura, en entrar o en salir, en crecimiento, esto es como un parto y don Arnoldo lo manejó muy bien, sin ningún problema, así es que el pago del resultado sea gente que ha hecho bien las cosas, entendiéndose también que en algunos casos hay personas muy completas, hay artistas muy completos (Leonardo Da Vinci) en donde la parte académica puede pasar a segundo plano, no van a ser muy profundos en matemáticas, ni estudios sociales, pero también se entiende que el desarrollo social de una persona no quiere decir que uno tenga que desarrollarse en todo, sino seguir lo que dice la ley: desarrollar actitudes atendiendo adecuadamente las diferencias individuales, si una persona se dedicó a la danza eso llena su vida; si otro se dedicó a la música eso llena su vida, si otro se dedicó a la dramaturgia eso llena su vida; de modo de no poner el plan de estudios como un estorbo, eso sería fatal, sino como una ayuda que permita ver horizontes, y si alguno pudiera desplayarse como Aristóteles, como Goethe, son unos cuantos, pero no pretender que todos tengan que desarrollarse en todo y ahogar una vocación artística, porque en una vocación artística se hacen concesiones si es del caso, siempre con la ayuda del arte como complemento a su formación, la formación no tiene que convertirse en un grillete que aprieta; no, dando libertades.

Por lo menos, yo lo entendí, lo hice con mucho gusto y siempre estuve muy anuente a aprender cosas con don Arnoldo.

Lo que quería primero era que no se perdieren las vocaciones artísticas, luego que hubiera un medio en donde las vocaciones artísticas no se ahogaran por sí solas, que hubiera un ambiente de libertad en donde una organización grande de profesores pudieran responder a esos ideales, cosa que fue muy difícil para don Arnoldo, porque no todos entendían, por ejemplo ciertas torpezas, o ciertas incapacidades, faltas de amor y de interés de los muchachos. Yo tengo la experiencia de mi propio hijo Humberto, él llegó al Castella muy chiquito, a segundo o tercer grado, pero si alguien ama al Castella es Humberto, porque tenía ese espíritu musical, pero también porque don Arnoldo lo convenció. Él tenía una especie de bodega interior llena de ilusiones, de ideas, de posibilidades que él había vivido, que él había creado, que había visto en México, que había visto en Europa, se inspiraba mucho en diversos autores que le daban ideas extraordinarias para organizar una institución de esta naturaleza; pues si el Castella hace caso al Ministerio deja de ser Castella, no se trata de una rebeldía tonta ni loca, sino que la burocratización de la enseñanza pretende matar todo, el sistema educativo con su carga burocrática es espantoso, hay que darle espíritu a la educación, despertar en los niños el interés por saber y aprender, y si además de eso quiere enseñarles arte, requieren de más libertad, más ímpetu, por encima de los horarios y de la burocracia. 

Él ligaba todo, arte y pedagogía, pues en cierto modo para él la pedagogía era la pedagogía del arte, yo creo que don Arnoldo pensaba que todas las personas tenían capacidad artística, en mayor o menor medida, algunos tan fuerte que no la podían controlar y solos buscan los medios, y que fomentar eso determina una particularidad en cada persona, cuando eso se mueve en el alma de la persona, entonces se siente profundamente motivado, tal vez era una exageración profesional en él, pero creía que la pedagogía debería de ser impulsora de la capacidad creativa del hombre y no solo de la imposición de lo que está escrito, don Arnoldo era muy inteligente y decía que los niños aprenden a leer y a sumar y restar en poco tiempo, si duran mucho tiempo en eso es que "no hubo maestro". 

Arnoldo tenía una pedagogía montada en valores, o en esa visión del ser humano.

Cuando el alumno considera que la clase más aburrida es la de música, es el profesor el que está fallando, porque no los ha sabido hechizar, esta es la parte en donde muchas veces se falla. 

Cuando hablamos del Castella nosotros estamos hablando de don Arnoldo Herrera. Este señor fue una persona de familia humilde, que tuvo la dicha de tener un padre músico y una madre que tocaba el piano, entonces sintió la vocación de la música desde muy niño y la naturaleza le dio unas características tan notables que recuerdo desde niño: la simpatía, el tener claro sus metas, el inmenso interés por el arte, cultivarlo, expandirlo y enseñarlo, con esta personalidad se decidió un día echarse la inmensa tarea de crear un conservatorio donde se reunieran todas las artes tal como él las concebía, en cierta manera, suele ocurrir, dando forma a lo que él quizá hubiera querido tener pero no tuvo, entonces la sombra tutelar de don Arnoldo es El Castella. Por eso hay que aprender lo que él pensó, lo que él hizo, lo que él luchó para mantener viva la institución, de modo que la vida de don Arnoldo y su ideario (su concepción de la persona, del mundo del arte) es lo que hay que revisar, entonces renovar perennemente al Castella con el recuerdo de la vida de don Arnoldo, y de lo que él pensaba y como lo pensaba, aprendiendo así a desafiar el medio que a veces por omisión, por gula, se quieren deshacer de las obras buenas, también por chota o por envidia. 

Lo que llamamos al proceso de globalización es la comprensión de que todos los pueblos de la tierra formamos la familia humana, eso deriva del primero de los considerandos de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que dice: la aspiración por la justicia, la libertad y la paz, solo se alcanzará cuando se reconozcan los  derechos de todos los miembros de la familia humana. La comprensión de este valor ha ido trayendo con más vigor el ejercicio de derechos como el ir y venir, con algún entre las personas, que las fronteras no sean impedimento, si ha habido algo que haya saltado las fronteras es el arte, entonces la globalización en cierta forma va detrás del arte, arte y globalización son una sola cosa. 

Don Guillermo Malavassi Vargas nació en mayo de 1932, fue ministro de Educación entre 1966 y 1969 durante la administración de José Joaquín Trejos Fernández, es cofundador de la UACA y también se ha desempeñado como diputado de la República (1982-1986) y director Ejecutivo del Instituto Nacional de Aprendizaje (1969-1970). 
Este material fue publicado para el 51 aniversario del colegio, en el 2005, por la Revista Cultural Castella. En ella se indica que se permite la reproducción parcial o total indicando la fuente.
 

sábado, 13 de abril de 2024

Orígenes del Castella: "Arnoldo siempre estuvo muy pendiente de que el sistema del Ministerio no fuera a absorber el espíritu de la institución que se quería crear", Ricardo Ulloa Barrenechea

 



Cuando Arnoldo regresa a Costa Rica en 1940, ya no compone música. Se le permitió dirigir la Sinfónica una o dos veces, claro que esto de director invitado no ofrecía ningún plan favorable, si lo hubieran nombrado director de la Sinfónica se hubiera favorecido profesionalmente. 

De ahí que Arnoldo con su actividad de compositor no encontró mayor eco, y además, tuvo que empezar a preocuparse de qué iba a hacer musicalmente en Costa Rica dentro de las posibilidades que habían. Al principio intentó el camino que tenemos que seguir todos, el de dar clases en algunas instituciones, pero su manera de ser producía muchos choques entre las instituciones y él. Surge entonces la idea del Castella, que era una idea muy realista. La posibilidad de que Arnoldo se pudiera realizar musicalmente en Costa Rica pero sin depender de nadie, siendo él director de una institución, y de un sistema. 

A mí me tocaron los inicios del Castella, luego desparecí, Arnoldo siguió con su plan, y cuando regresé de España pasé a formar parte de la planta de profesores permanentes en el Castella. No siempre estuve de acuerdo con Arnoldo en todos los planes, yo creo que diferíamos no en asuntos esenciales como los conceptos que él tenía sobre la educación, en eso sabía mucho más que yo, no pertenezco a ese campo, mis diferencias más bien eran de tipo organizativo, de tipo disciplinario, Arnoldo tuvo la habilidad de crear un sistema suyo de enseñanza, pero no hay que olvidar que él como director, tenía que seguir con los planes del ministerio, no se podía alejar del todo, inclusive, a través de la orientación, que siempre Arnoldo manejó con mucha habilidad, a veces había que ceder, es decir, el ministerio tenía por su cuenta planes, que variaban mucho entre los distintos ministros que tuvimos, pero Arnoldo con una gran habilidad fue logrando darle personalidad, el sello herreriano, a pesar de ser una institución en donde teníamos que seguir los procedimientos del Ministerio de Educación.

Así que desde el principio mi relación con Arnoldo fue una relación con un maestro.Yo he insistido mucho en que la vida de Arnoldo en Costa Rica fue bastante curiosa. Él siempre tenía la congoja, la desilusión de no haber podido ser director de orquesta, sin embargo, Arnoldo se fue disponiendo de tal manera que la vida lo fue obligando a ser un gran pedagogo. Él nunca pensó que la vida le iba a hacer la jugarreta de transformarlo en un educador tan importante como Alejandro Aguilar Machado, posiblemente de los tiempos modernos esos son los dos grandes educadores de Costa Rica. 

Yo creo que todo se fue armando sobre el camino, es decir, Arnoldo en su forma de ser nunca planeaba nada de su vida para luego caminar con la precisión de un reloj, él era temperamental e intuitivo, fue descubriendo su metodología sobre la marcha. Es muy curioso que lograra armar una institución a través de la libertad, tanto por parte de los alumnos como de los profesores. 

Entre 1950 y 1960, se da un periodo totalmente neutro, que es uno de los periodos más graves que ha tenido el artista costarricense en Costa Rica. Fue una época de crisis que tuvieron que vivir pintores como Teodorico Quirós, Fausto Pacheco, Manuel de la Cruz González, pues resulta que en la Costa Rica de mil novecientos cincuenta un pintor no significaba nada, pero a partir de 1960 ya un pintor, un escultor, ó un actor comienzan a tener sentido, tenemos el caso de Teodorico Quirós que almacenaba en su casa casi toda su colección en armarios, ó en lugares especiales, a partir de 1960 dio a conocer toda su obra en vida y empezó a ser adquirida, fue cuando quedó Teodorico sin cuadros en su casa. 

La organización del Castella coincide con una serie de fenómenos importantes que se dan después del cuarenta y ocho, especialmente entre 1950 y 1960. Antes del Castella la situación artística del país era muy pobre, pero la fundación y los inicios del Castella coinciden con la Dirección de Artes y Letras (hoy Ministerio de Cultura), eso significó un renacimiento dentro de la vida artística del país. Se dio el movimiento más importante de la época. 

El Castella fue lo que Arnoldo quiso que fuera, y también lo que Arnoldo era. El Castella es un fenómeno natural no prefabricado por el ministerio de educación o por un grupo de personas.

Me parece que el gran logro de Arnoldo coincide con modelos de enseñanza europeos o tal vez alguno en los Estados Unidos. Su desarrollo radica en el sentido de libertad y de la espontaneidad, Arnoldo siempre se manejó dentro de este modelo, porque cuando una institución se codifica, termina transformándose en una institución oficializada, mediante una metodología que considera ser eficiente a priori, por el contrario, en Arnoldo todo lo eficiente era a posteriori. Esta es la diferencia entre lo dialéctico; lo dogmático estuvo representado por el ministerio de educación a través de los orientadores y los representantes del ministerio. 

Arnoldo siempre estuvo muy pendiente de que el sistema del Ministerio de Educación no fuera a absorber el espíritu de la institución que se quería crear. El reto era mantener la imagen a través de los años, hay que tomar en cuenta de que siempre existen profesores claves a los cuales hay que echar mano, y tal vez son más importantes de lo que se cree. 

Ricardo Ulloa Barrenechea

(1928 - 2019)

Ricardo Ulloa Barrenechea fue un escritor, pintor y músico costarricense. Tuvo su formación pianística en el Real Conservatorio de Música de Madrid, donde obtuvo el Diploma de Capacidad del Curso Superior de Piano. Posteriormente realizó un curso de acuarela con Leonardo Tejada. En España tomó el curso libre del Círculo de Bellas Artes de Madrid. Después volvió a Costa Rica donde formaba parte del Grupo Taller, grupo propulsor de las tendencias abstractas y modernas, en general. . 

Fue profesor del Conservatorio de Música en la Universidad de Costa Rica y en la Escuela Normal de Costa Rica. Participó en diversas revistas como crítico de arte.  Fue miembro de honor del Ateneo Universitario, Cavaliere de la Orden de Stella della Solidarietá Italiana y además fue miebro de de la Asociación Internacional de Críticos de Arte. 

Ganó varios premios: en 1963 el Primer premio en Música, Segundo en Pintura y Tercer premio en Poesía, de los Juegos Florales y en 1981 ganó el Premio Aquileo J. Echeverría en Música.   Su obra escrita incluye las publicaciones: La Virgen María en el Museo del Prado (1967); Ángel del camino (1970); Enrique Echandi (1973); La música y sus secretos (1979); Pintores de Costa Rica (1982); Fernando Soto Harrison: pintor costarricense (1995).

Este material fue publicado para el 51 aniversario del colegio, en el 2005, por la Revista Cultural Castella. En ella se indica que se permite la reproducción parcial o total indicando la fuente.

Orígenes del Castella: "La educación es cuando involucra un aprendizaje" (Felo García)


 Conocí a Arnoldo cuando fue profesor mío de música en la Escuela México, estando en cuarto grado, tuve la oportunidad de compartir con él, en su condición de maestro, allá por el año 38 o 39, siendo Arnoldo una persona muy joven, pero muy avanzado en sus años musicales.

Puedo decir que compartimos muchísimo cuando fui director de Artes y Letras, que era la oficina encargada de todo el arte y la cultura de nuestro medio, antes de que se creara el ministerio, entonces, hacíamos las giras de arte por todos los pueblos que se nos pusieron de camino en esos años del 52 y 54. Con la colaboración del Colegio, llevábamos Danza, Teatro, Coros, entre otras cosas, además de capacitación.

Arnoldo era un humanista extraordinario, un hombre que veía las cosas con una gran sencillez, muy directas, con un enfoque muy personal de todo lo que es o debe de ser la pedagogía, con su participación tan personalísima en cada una de todas sus actuaciones, él es uno de los grandes maestros que ha tenido nuestro país. 

Los logros del Castella han sido en los campos de la educación en general, de gran trayectoria para el país, especialmente para aquellos muchachos que pudieron disfrutarlo, quedando por ver, y en espera, todos los que vienen atrás, en lo que podríamos llamar la era post-Arnoldo, porque en el Castella tienen que marcarse dos etapas definitivamente, todo lo que está haciendo ahora de alguna manera está influenciado por toda la trayectoria previa de Arnoldo, estamos todos en espera de ver resultados que se van a obtener en todos los campos que hizo Arnoldo. Porque el Castella ha dado una nota muy especial en todas sus participaciones de este país, el Castella siempre se hace presente en todas las partes de donde se le llama, desde la presidencia para abajo, para arriba, desde los ministerios donde se solicitaba la participación. Con teatro, con música, con la banda, con desfiles, con todo lo que se le pidiera, de una forma muy especial. 

El Castella es un modelo para el país y para muchos países del mundo en general, porque ha tenido el reconocimiento absoluto. En todas partes cuando se habla del Castella la gente se queda encantada, me lo han dicho aquí un montón de personalidades y eso que el Castella no se ha dado a conocer exhaustivamente. Siempre ha actuado con gran acierto y humildad dentro de sus límites sin andar haciendo alarde ni propaganda. 

Nunca he dejado de tener alguna relación con el colegio porque tengo nietos ahí. A través de ellos me mantengo en contacto, sin embargo, diría que por la amistad tan grande, porque éramos como hermanos, la relación era más estrecha e íntima. Cuando estaba Arnoldo, solíamos almorzar, tomar café, compartir, dentro y fuera de la institución, teníamos muchas ideas. Fue una época muy llena de vivencias.

Creo que el Castella provee a los muchachos de una visión más panorámica y menos encasillada de la vida. Las vivencias que ellos tienen, como las comparten y la manera en que asumen responsabilidades y directrices dentro de sus participaciones artísticas, los lleva a abrirles un panorama mucho más grande que otros colegios. Aparte de que el panorama cultural es mucho más amplio humanísticamente hablando. 

Espero que el Castella se mantenga dentro de los lineamientos que preconiza, y que se amplíen aún sus posibilidades. En una oportunidad Arnoldo me hablaba acerca de la idea de hacer un edificio de varios pisos en donde actualmente se encuentra el teatro, para formar una universidad con los mismos lineamientos del colegio, eso se fue quedando y quedando, algunas veces lo retomamos.

Sigo siendo uno de los fieles admiradores de la pedagogía del Castella, pues esta tiene un valor totalmente diferente a la enseñanza informal. La educación es cuando involucra un aprendizaje. Esto es de lo más valioso que pueda tener el Castella, porque los estudiantes aparte de aprender de sus profesores, que son sus amigos, aprenden entre ellos, participan en el mismo nivel de convivencia, sin sentirse más importantes. Esta posición debe mantenerse, enriquecerse aún más, llevarla todavía a niveles más fuertes, que es lo que hace diferente al Castella. 

En definitiva creo que Arnoldo fue uno de los grandes precursores de la pedagogía moderna, no solamente en las artes, sino en términos generales, en toda la pedagogía escolar. Arnoldo abrió una brecha en nuestro país, y ha dejado un vacío muy grande, Arnoldo fue un gran revolucionario. 


Felo García (30 jul 1928 -2 dic 2023). 

Nació el 30 de julio de 1928 en Paraíso de Cartago. Pintor, arquitecto y exjugador de fútbol. Es conocido en el medio artístico como “El adelantado”, por su actitud de lucha para abrir brecha en un medio cultural conservador, como el de 1956.

Recibe el galardón en reconocimiento a sus aportes a la plástica costarricense, así como a la gestión y promoción de espacios culturales. Pertenece al Grupo de los ocho, que nació con el propósito de generar una sociedad más abierta y tolerante hacia las diversas formas de expresión artística. 

RAFAEL ÁNGEL GARCÍA

Su obra representa la marginalidad en la ciudad, mediante la pintura de tugurios como un acto de reflexión en el que advierte la creatividad, ante la adversidad.

Se le considera uno de los maestros y gestores más destacados de la plástica del siglo XX. Fue el primer director de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Costa Rica, de 1971 a 1979. Tomado de https://www.dircultura.go.cr/premios-nacionales/cultura/2008/rafael-angel-garcia

No hay fecha registrada de su escrito, probablemente sus palabras sean del año 2005. 

Este material fue publicado para el 51 aniversario del colegio, en el 2005, por la Revista Cultural Castella. En ella se indica que se permite la reproducción parcial o total indicando la fuente.

El Castella y sus orígenes: en la voz de sus principales figuras.


Para evitar imprecisiones de los orígenes del Conservatorio de Castella se comparten estas líneas en la propia voz de sus protagonistas; esta vez, la del Maestro Arnoldo Herrera González. 

Vendrán también las palabras de Uladislao (Lalo) Gámez, Fernando Centeno Güell, Rafael (Felo) García, Ricardo Ulloa Barrenechea, Guillermo Malavassi, José Figueres Ferrer, Luis Fallas, entre otros. 

Discurso inaugural del Conservatorio de Castella, por el Maestro Arnoldo Herrera González.

Como presidente de la junta del Conservatorio de Castella, creo es mi deber hacer una breve reseña sobre el origen de esta institución. Hubo un hombre, todo un caballero, cuyo gran delirio fue el arte, fue artista por antonomasia. Su afición al bel canto fue una mística devoción, hasta los últimos días de su existencia rindió culto a esa afición, en él ardía intensamente la llama del arte en la que se consumía en un arrebato sublime, porque en esos momentos del ocaso de la vida, cuando las fuerzas en su debilidad abaten el espíritu y como que se da una vuelta al mundo para indagar el más allá y confrontar el momento supremo, aun aleteaban en su alma las ilusiones del canto. Y aun más, estudiaba asiduamente esa rama del arte. También en esos años postreros del tránsito general, el hombre suele ser pasto de las pasiones en un afán de logro de los días últimos de existir. Mas ese hombre, ese caballero, ese artista, prefirió entregarse totalmente a su gran afición lírica, él fue don Carlos Millet de Castella. Por esta devoción artística, en su testamento consignó un legado para la creación de un Conservatorio de Música, cediendo el terreno además para su construcción (singular donación). El 8 de noviembre de 1946 se celebra en la casa del Maestro Joaquín García Monge una reunión para instalar la primera Junta Directiva de la Asociación del Conservatorio de Castella y realizar las disposiciones testamentarias.

"Lego la suma de cien mil colones para un Conservatorio de Música que deberá construirse en el lugar que mas adelante indicaré. Quiero dejar constancia de que esta liberalidad para la creación de un Conservatorio de Música está ya contenida en el testamento desde el primero de marzo de 1940. Quise adelantarme a una necesidad sentida en el país, como procurar un centro de arte en donde las generaciones futuras eduquen sus vocaciones artísticas. El fondo que aquí dono deberá ser depositado en uno de los bancos de mayor solidez económica, hasta el último céntimo ese dinero ha estado depositado en el Banco Nacional de Seguros, hoy Instituto Nacional de Seguros. Será administrado ese fondo, y será regido el Conservatorio por una Junta compuesta de cinco miembros que serán nombrados así: - uno por la Secretaría de Educación Pública, otro por la Asociación Cultural de Músicos de la República, otro por la Asociación de Artistas y Escritores y el otro por el Banco de Seguros, el quinto por acuerdo de los cuatro miembros antes mencionados; los suplentes serán nombrados por cada Miembro Propietario de entre el seno de las asociaciones culturales económicas que cada uno representa, deberán procurar una organización adecuada y de acuerdo con los adelantos actuales de la música. Pido que ese Centro Cultural lleve el nombre de Conservatorio de Castella en recuerdo de mi madre. Lego al Conservatorio de Música además de los cien mil colones, el lote del terreno del que soy dueño, situado frente al costado norte de la sabana con la expresa condición de que dicho Conservatorio será construido en ese lote, y de lo contrario no. Sugiero también que conforme el Conservatorio vaya ampliando sus actividades, sea construido un salón donde los artistas viejos y desvalidos tengan la protección que ya no alcanzan por otro lado, será una especia de asilo o casa de reposo para los músicos viejos."

Desde aquella fecha de su constitución han ejercido la Presidencia de la Junta: don Alfredo Esquivel, don Luis Demetrio Tinoco, don Andrés Brenes Mata, don Fernando Goicoechea; y formado parte de la misma en diferentes funciones don Joaquín García Monge, don Alejandro Aguilar Machado, don Ruiz Daell Lobo, don Ricardo Pérez, don Abel Méndez y otros más. Actuó como notario público el licenciado don Octavio Jiménez Alpízar, y el asesor legal lo ha sido el licenciado don Julio Ruiz. Los planos del Conservatorio de Castella los realizó el ingeniero arquitecto Francisco Salazar, que comprenden además un auditorio para representaciones teatrales, cine y conciertos; mayor número de aulas de acuerdo con el crecimiento de la Institución, y los estudios para una radioemisora, que es una necesidad en Costa Rica, una radioemisora verdaderamente cultural.

Me voy a permitir dar los nombres de mis compañeros de trabajo, la Junta Directiva que ha realizado esta obra, está integrada por: el doctor Fernando Centeno Güell, secretario, hombre de vasta cultura, artista por excelencia y con gran experiencia es estas actividades, su consejo sabio ha sido para mí siempre el apropiado para resolver los distintos problemas que se nos han ido presentando; profesor Marco Aurelio Zumbado -tesorero y administrador-, hombre abnegado que ha dedicado todo su tiempo y experiencia a la Institución , lo considero casi como un Padre de este Conservatorio. Ignacio Salom -delegado del Instituto Nacional de Seguros-, hombre dinámico, joven, muy práctico y a la vez un gran idealista. Ruiz Daell Lobo -fiscal-, representante de la Unión Musical, es el único miembro que ha permanecido desde que se instaló la primera Junta, gracias a sus gestiones y a sus ideales y condiciones morales, el legado se ha mantenido sin tergiversaciones, en esto hemos tenido grandes peleas y hemos tenido y vamos a tener grandes batallas, todavía últimamente nosotros, pero al compañero Ruiz Daell Lobo le ha tocado esto, hace trece años de estar en estas peleas, el país (ya lo sabemos todos) ha estado en unos momentos, un poco turbulentos, y cien mil colones es dinero fácil para otras cosas, Ruiz Daell en ese aspecto, se ha mantenido firme, y gracias a que él se ha sostenido ahí, vemos hoy este edificio. Yo he pensado que una aula del Conservatorio deberá llevar su nombre como a un músico que será ejemplo para generaciones futuras. Cuando la comunidad costarricense se de cuenta exacta de la historia del legado de don Carlos Millet de Castella, voy a exponer así brevemente algunos de los planes que tenemos.

Aquí comenzamos en febrero próximo con una escuela vocacional primaria, el actual Ministro de Educación nos ha entendido y nos ha dado todo su apoyo, un día que le conversé me dijo: inmediatamente haga usted el presupuesto, háblese con algunos técnicos del Ministerio de Educación (me dio sus nombres). El plan es este: el año entrante como tenemos tres aulas, vamos a seleccionar mas o menos cincuenta niños que tengan habilidades para el arte, aplicaremos unos Test, y procuraremos no fallar en la selección de estos niños, se les dará aquí la educación primaria normal como en cualquier escuela del país, con artes, sobre todo con una asignatura central "la música".

Recibirán además pintura y modelado, danza y ballet, declamación y teatro. Este creemos que será aquí el vivero de los futuros grandes artistas del país.

En el primer año que trabajemos no habrá estudio de instrumentos, pero nosotros tendremos la preocupación y el deseo de crear un coro infantil que es tan importante en Costa Rica. Las mismas asignaturas corrientes, digamos la lengua materna, pues darla aquí en otra forma más artística, mas bien literatura infantil, declamación, teatro. La educación física que se da en cualquier escuela la damos aquí como danza, como ballet; es decir sublimar todas estas cosas porque tal vez esto pueda servir de ejemplo para otras escuelas, esto es fácil de hacer. Hemos hecho hasta los horarios y tenemos un plancito para los sábados dejarlos libres, para en cuanto la escuela tenga ya sus numeritos hechos hacer labor de intercambio con otras escuelas, excursiones y una buena extensión cultural. 

Luego tenemos el otro plan, una escuela de iniciación artística ya por las tardes; es decir los niños también de otras escuelas que no están aquí recibiendo toda su educación pueden venir por las tardes, y recibir aquí sus estudios artísticos. 

También tenemos otro plan, hasta aquí lo vemos financiado, pero son muchas las gentes que nos hablan de una Escuela de Música nocturna, en esto yo tengo mucho temor y hay que andar con mucho cuidado, porque mis experiencias tal vez en otras partes donde he vivido, otros países, he visto en escuelas para trabajadores, por ejemplo que se dice a veces: al estudiar música, de un buen albañil, de un buen carpintero, se hace un mal músico. Al hacer nosotros esta escuela sería mas bien con el deseo de estimular a estos trabajadores, a estos estudiantes a que quieran su trabajo, si profesión; así como un médico puede tocar el violín pero no deja su profesión, así un albañil, un carpintero, para que ame más su profesión. 

Se me ocurre en este momento, a veces he pensado que ahora con los avances sociales se pide ganar más dinero y trabajar menos, pero yo creo que si hiciéramos una encuesta de ¿qué se hace con ese tiempo libre que nos queda?, ¿qué hace el trabajador con ese tiempo libre?, ¿quién sabe dónde se gasta ese dinero? y ¿en qué lugar gastará su tiempo? Por eso son urgentes estas escuelas nocturnas de arte y de tantas cosas para recoger toda esa gente y hacer una generación distinta. Tenemos planes grandes también, hemos pensado muchas cosas sobre la Escuela de Música Nocturna para Adultos. 

Hay muchos ideales, por ejemplo, hace falta en Costa Rica cursos para maestros de música en escuelas, tal vez organizar aquí en las vacaciones una Concentraciones de Maestros de Música, y ponernos todos de acuerdo, conversar un poco, para ver si se mejora toda esta rama de la educación. Cursos para Maestros de Capilla, el Maestro de Capilla es una arma tremenda, una arma grande para la música, en la Iglesia se reúne todo el pueblo, si se ejecuta buena música ahí puede ser un gran agente el Maestro de Capilla, también hay ese plancito, y de ver si podemos reunir Maestros de Capilla y hacer algunos cursos. Lo mismo sobre directores de Filarmonía, es otro elemento muy valioso que puede hacer una gran labor, estos son ya ideales nuestros. 

También relaciones culturales con otras instituciones de otros países, en Ecuador está la Casa de la Cultura, en Guatemala se están haciendo cosas maravillosas en este momento, en México está el Instituto de Bellas Artes; ver si tenemos intercambios con estos países, y si esto se puede convertir más adelante en una Casa de la Cultura, ver si podemos tener siempre una exposición permanente de pintura costarricense, inmediatamente haremos un llamado a los artistas pintores nacionales para ver si nos donan ellos algunos cuadros. Lo mismo pensamos sobre los poetas y escritores, ver si nos donan algún libro, algunos ejemplares de los libros que han editado, para ver si creamos aquí un Estudio de Libros Costarricenses, en fin hay grandes planes sobre estas cosas. Hoy mismo, dentro de un momento vamos a descubrir un busto de la señora de Castella que lo ha hecho Juan Manuel Sánchez, también otro escultor, está haciendo el busto del señor Millet; así queremos fomentar esto. 

Existe también la intención de darle nombre a las aulas, por ejemplo ponerle el nombre de Melico Salazar, un gran artista nacional, a una de las aulas y ya hemos encontrado un filántropo que nos va a donar el busto del señor Melico Salazar; es decir queremos hacer una Casa de la Cultura, reunir todo el arte nacional. Hace un tiempo vi yo, en La República precisamente, un artículo, un párrafo que quiero leer, porque ese es un problema nuestro, y decía así:

"Las cuestiones artísticas andan de capa caída entre nosotros, ya se ha hecho notar el poeta, el escritor, el pintor, el músico r, realizan su trabajo calladamente en circunstancias muy difíciles, luchando a brazo partido contra un ambiente hostil, que actúa en dos formas diferentes: o por medio (la palabra es muy molesta) del choteo, que mata al nacer tantas actividades dignas de mejor suerte, o por un ataque más callado pero más cruel, la conspiración del silencio. Hay veces que el público se dedica a menospreciar el esfuerzo de un artista, acudiendo a la ironía barata, a la mordacidad despreocupada, pero en otras ocasiones sucede lo peor, nadie dice nada, nadie opina nada, todos los ponemos tácitamente de acuerdo para que aquella iniciativa naufrague en el silencio. Los esfuerzos, los trabajos, las penas y las alegrías de un artista entusiasmado nada significan para un medio hostil, su voz se ha quedado sin eco, muerta en su propia garganta. ""

Yo quiero en este momento decir, que nosotros tenemos entusiasmo, fé, que creemos que hay una nueva generación, y que nuestras ideas no quedarán en el vacío, porque tenemos fé, y porque creemos en Dios, gracias. 


Este material fue publicado para el 51 aniversario del colegio, en el 2005, por la Revista Cultural Castella. En ella se indica que se permite la reproducción parcial o total indicando la fuente.





martes, 26 de marzo de 2024

Antidio Cabal escribió este maravilloso poema sobre Juanito Mora. Tiene versos que son consignas para la vida.

 Acercándose un nuevo abril, repito cual consigna: "Costarricense, no interrumpas tus nobles faenas, pero prepara tu Juanito Mora.”

De Antidio Cabal González (1925-2012):
"Abril de Juanito Mora", su libro de poesía, 1 ed. Heredia, C.R. : Oro y Barro, 1986.
Antidio lo dedica a don Nestor Zeledón Guzman
Ahora está en el Mesón en la Asamblea Legislativa
Y Juan Santamaría es una estatua,
con laurel y mentira.
En la hacienda Santa Rosa hay turismo, y todo Costa Rica es Santa Rosa.
Ahora Wílliam Wálker se disfraza de diplomático
y bandidizan en Forth Gulick a tus policías campesinos.
Ahora Wílliam Wálker colecciona diputados,
Y se llama Woodrow Wilson la autopista del Coco,
Woodrow Wilson, presidente norteamericano, que no quería a Costa Rica,
o la quería para asaltarla.
Y no nos mandan a Archibald McLeist ni a Sándburg
ni a los otros poetas de los seres humanos
sino al General en Jefe del Comando Sur
al Comandante en Jefe del Canal de Panamá.
Y con las exportaciones nos estafan
y con las importaciones nos estafan,
y también con Jesucristo nos estafan.
Quieren barata nuestra alma,
y quieren barata nuestra mano de obra.
Les molesta que seamos dueños de nuestra hambre.
Costa Rica,
un país subdesarrollado en vías de subdesarrollo.
Porque Juanito Mora está enterrado,
Los historiadores ocultándoselo al pueblo
y los gobiernos ocultándoselo a Hispanoamérica,
lo mismo que su pensamiento acerca de las armas, que el pueblo tuviese las armas
y las guardase entre las herramientas agrícolas,
o Juanito Mora desafiando a los ricos, que quería, después de todo,
un Estado Libre Asociado con Wílliam Wálker
para ir por los dólares, no a la guerra, y Juanito Mora diciendo No.
Él tenía un Dios Hispanoamericano
y el Obispo de Costa Rica, Vicente Llorente y Lafuente, no lo tenía.
Vicente Llorente y Lafuente tenía Sumo Pontífice.
La situación era difícil, de un lado estaban los ricos, los norteamericanos y el Obispo,
y del otro, de parte de Costa Rica, el pueblo y Dios.
El Obispo se conformaba únicamente con los ricos
y los ricos se conformaban únicamente con el dinero
y los norteamericanos se conformaban únicamente con Costa Rica.
Entonces fue cuando Juanito Mora se hizo costarricense,
pues hasta ese momento sólo era terrateniente.
Ya Costa Rica había sido dividida en lotes por los norteamericanos
y el ejército norteamericano estaba en la frontera,
y el ejército entraba a Costa Rica.
“No le tengamos miedo a la verdad”, le dijo al Congreso
ahora está enterrado, podrido, en el Ministerio de Educación,
en el Ministerio de Educación, enterrado, podrido,
en el Ministerio de Educación de la Cultura del Café.
“Los terrenos de Costa Rica se podrán adjudicar”, dijo.
en el Poder Ejecutivo no está Juanito Mora
en el Poder Legislativo no está Juanito Mora
en el Poder Judicial no está Juanito Mora
“cuando haya muerto el último costarricense.”
Y era verdad. Cuando él murió, junto con varios de sus compañeros,
empezaron a ser adjudicados los terrenos de Costa Rica, gratis,
sin impuestos, por 99 años,
aspergiados de jurisprudencia.
Desde entonces vivimos en la era de Yunái.
Costa Rica está al Sur, al Norte, al Este, al Oeste de la Yunái, pero por dentro.
Todo es Yunái: diputados, educación, periódicos, poemas.
Constitución y Contrato con la Yunái la misma cosa.
Analfabetos en lo propio y cultos en lo ajeno.
Pero Juanito Mora resucita en los huelguistas de la Compañía Bananera,
sale a limpiar su verde tierra,
Juanito Mora dirigiendo la gran huelga del 34
sin nombre, anónimo, multitudinario, con su tropa social
o con otro nombre, los nombres de los trabajadores sin paga o en la lista negra o despedidos
o amenazados o enfermos o envejeciendo muertos,
solos los trabajadores frente a los medios de comunicación de masas,
frente a la ley y los tiros,
solos los trabajadores frente al Gobierno, como Juanito Mora en Puntarenas,
y el Gobierno: un pelotón de fusilamiento costarricense.
Juanito Mora es la masa
mientras no lo conozcamos no nos conoceremos,
no sabremos de dónde venimos ni adónde vamos
Él es nuestro sociólogo
“Permanezcamos armados, para avanzar con denuedo al porvenir”, decía.
“Trocad el fusil por vuestro arado, pero conservadlo siempre”, decía.
Que el pueblo los conservara siempre, los fusiles, que el pueblo fuera
la única fuerza armada, porque si no, no,
y hablaba de ese “ejército de labradores y artesanos que él tenía,
que lo tenía a él,
una muralla popular de arados y de armas.
“Lo que no se ha podido con las armas se podrá con los dólares”,
Escribió Wílliam Wálker.
Y llegó Míster Keith
y recibió sin costo alguno, regalado, el 8% del territorio nacional
con todas las riquezas naturales que contuviera – y eran
las mejores tierras del país – y contenían una cantidad infinita de madera preciosa
y millones de animales variados, y ninguna especie estaba extinguida,
con ríos grandes y pequeños y la estación de flores todo el año
y noches de luna, que también cuentan, con sonidos en la atmósfera
y diferentes climas y montañas y valles y llanuras, que fueron regalados,
una inmensa extensión de territorio atravesado por un ferrocarril
para la producción y exportación de banano, sin pagarle a Costa Rica,
y la importación de bienes y servicios, sin pagarle a Costa Rica,
y todo libre de impuesto por un siglo,
y los trabajadores de Costa Rica abandonando la agricultura de Costa Rica
para ir a trabajar la agricultura de Norteamérica en Costa Rica,
y muchos de ellos habían combatido contra Wílliam Wálker, y lo habían vencido,
y ahora combatían contra Costa Rica sin saberlo,
todos ellos entregados, junto con 324.000 hectáreas,
por la Presidencia de la República y la Asamblea Legislativa
y 30.000 hectáreas más en Guanacaste, para la extracción del oro
con guanacastecos para la extracción del oro,
y lotes para míster Keith en la ciudad de Limón para la construcción de muelles y bodegas
y para la estación del ferrocarril y las casas de los norteamericanos de míster Keith
y en el tren al Atlántico, míster Keith tenía un vagón que decía
VAGÓN PRESIDENCIAL, reservado al Presidente de Costa Rica, para que el Presidente de Costa Rica viajara por Costa Rica sin costo alguno durante un siglo.
Dónde está Juanito Mora
“Como usted sabe, míster Keith es dueño de Costa Rica”,
Decía Víctor Cámors, gerente de una empresa bananera.
O lo que es lo mismo,
Que veinte años después de haber sido derrotado el Ejército norteamericano por Costa Rica,
estaba entregado legalmente el futuro de Costa Rica
a las fuerzas sociales que entregaron sociales que apoyaron a Wálker.
Nuestro pensamiento pertenece a la economía norteamericana
junto con nuestra economía.
Ellos son Roma, dijo un Presidente costarricense, ellos son Roma y Occidente – alabándolos –.
Pero después de Freud, ¿quién habla así impunemente?
Si lo dice como señor lo piensa como esclavo,
si lo dice como esclavo lo piensa como su señor.
De qué sirve que el Ejército esté prohibido en Costa Rica
si el Ejército no está prohibido en Norteamérica.
Dónde está Juanito Mora
Él nunca dijo Yes en la Casa Presidencia
y nunca dijo sí a los cafetócratas
y le dijo que no a Buchanan cuando Buchanan quería darle la Presidencia de Centroamérica
para que él le diera Centroamérica a Buchanan.
El valor de las armas está en él
el valor de las palabras está en él
el valor de la palabra Basta.
Hace cien años él sabía más que cualquiera de nosotros
sin radio sin teléfono sin morse
porque quien quiere saber sabe
sin radio sin teléfono sin morse
Saber a veces es nada más
Que un grito: ¡A las armas!
y él dio ese grito.
Su idioma era un idioma directo y elegante, con alma y claridad:
“Ha llegado el momento que os anuncié. Coged las armas.”
Y cogió las armas frente a Wálker
como un griego frente a Jerjes,
porque él también había salido de una pequeña ciudad
a defender a Sudamérica,
defendiéndola en Guanacaste
dándole tiempo a Sandino para que se organizara.
Y estaba solo en su país solo y maravilloso
lleno de paz, lleno de vacas, lleno de árboles
y se fue a pelear por la libertad de otro país
no para ensanchar su país
sino porque el otro país fuera libre como su país.
Cazador de cazadores, vio venir a Wílliam Wálker,
el sucio negrero de azulados ojos, vio venir a Wílliam Walker,
el superhombre del Sur esclavista y trampero,
lo vio venir, mosca oscura del Destino Manifiesto,
y lo cazó en el reino del aguacate,
como una araña astuta lo enredó en el trópico,
como se le quita el sombrero a Perico de los Palotes
él le quitó el río a Wílliam Wálker y le quitó Nicaragua
y lo derrotó en Santa Rosa y en Rivas y lo hubiera matado
con su machete cafetero
como a la coral o la toboba.
Durante toda la guerra en la ciudad y en la selva
el machete de Juanito Mora voló sobre Wílliam Wálker.
Nunca tuvo la muerte más cultura.
A veces la historia es un hombre a tiempo
con un pueblo a tiempo.
Aún vivimos de su mezcla de vate y de peón,
rápido y exacto en la práctica de las armas,
bueno para la profecía,
analizando si error al gringo.
Pensaba siempre a partir de los hechos
y siguiendo esta premisa él invadió al invasor.
Juanito Mora al frente de la tropa
Compartiendo el derramamiento de la sangre,
y su guerra un programa de liberación humana,
viendo la realidad,
poniéndola a disposición del porvenir.
“Marchemos a combatir por la libertad de nuestros hermanos.
Ellos os esperan para alzarse contra sus tiranos.
Su causa es nuestra causa. No vamos a lidiar por un pedazo de tierra.”
Y los labradores abandonaron sus tierras húmedas, de sol blanco,
salieron de sus haciendas frescas, de su país frío de arados y de flores
y pelearon en la frontera, cuarenta grados a la sombra,
y no tenían “profundos tácticos ni capitanes eminentes”
sino una tendencia “en conjunto con la libertad.”
Esa fue la guerra de Juanito Mora contra los Estados Unidos,
en que él condujo al pueblo contra los Estados Unidos,
y el pueblo lo asesoró contra los Estados Unidos,
y fue la primera guerra perdida por los Estados Unidos.
Costarricense, no interrumpas tus nobles faenas,
pero prepara tu Juanito Mora.




Abajo don Néstor Zeledón, don Carlos Salazar Herrera y don Antidio Cabal

Orígenes del Castella: "Hay una experiencia tipo personal que revela lo valioso que estaba haciendo Arnoldo", escribió Uladislao Gámez

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