La soledad era eterna
y el silencio inacabable.
Me detuve como un árbol
y oí hablar a los árboles.
De Árboles Hombres de J.R. Jiménez
Conocí a Arnoldo Herrera en el momento que me retiraba de la Facultad de Educación de la Universidad de Costa Rica con sede aquí en la Escu...