viernes, 29 de octubre de 2010

VIENTOS DEL PUEBLO ME LLEVAN, Miguel Hernández

Tomado de ElPaís.com
Vientos del pueblo me llevan,
vientos del pueblo me arrastran,
me esparcen el corazón
y me aventan la garganta.
Los bueyes doblan la frente,
impotentemente mansa,
delante de los castigos:
los leones la levantan
y al mismo tiempo castigan
con su clamorosa zarpa.
No soy de un pueblo de bueyes,
que soy de un pueblo que embargan
yacimientos de leones,
desfiladeros de águilas
y cordilleras de toros
con el orgullo en el asta.
Nunca medraron los bueyes
en los páramos de España. (...)
Cantando espero a la muerte,
que hay de ruiseñores que cantan
encima de los fusiles
y en medio de las batallas.
Hernandez1Así cantaba Miguel Hernández a la Vida y la Libertad; a la España de la Guerra Civil. Un pensamiento claro frente a la democracia y contra el autoritarismo, la fuerza y la injusticia. Una de las tantas ideas de este poeta de quien este sábado 30 de octubre seconmemora el centenario de su nacimiento en Orihuela (Alicante).Hernández falleció de tuberculosis el 28 de marzo de 1942 en el Reformatorio de Adultos de Alicante tras haber padecido un calvario de persecusión por parte del franquismo, pues estuvo en varias prisiones por haber defendido la República. (Artículos sobre Miguel Hernández en EL PAÍS)
Mejor escuchemos al poeta con algunos de sus poemas:


A mi alma
Murmuran que hablo muy poco
alma los que nada saben
de nuestros largos coloquios.

Motivos del primer lucero
Como lenguas de perros jadeantes,
rojas las sombras del árbol se alargan
por la grama del valle.
Sólo un sorbo de luz queda en la copa
ensangrentada del triste crespúsculo;
la noche ya hila sombras.
El licero del Véspero el azur
no horada aún con sus clavos del fuego...
(Y este apóstrofe lanza el pastor en las soledades campesinas).
"¡Lucero, abre tu luz!
Estalla trueno mudo, contra el éter,
y muéstrame con tu luz amorosa
la veredita verde.
Que no tropiece mi hato con obstáculos,
y en las pupilas conduzca, oro dentro
y tu plata en los labios". (...)

De El rayo que no cesa
Me llamo barro aunque Miguel me llame.
Barro es mi profesión y mi destino
que mancha con su lengua cuanto lame.
Soy un triste instrumento del camino.
Soy una lengua dulcemente infame
a los pies que idolatro pegada.
Como un nocturno buey de agua y barbecho
que quiere ser critatura idolatrada,
embisto a tus zapatos y a sus alrededores,
y hecho de alfombras y de besos hecho
tu talón que me injuria beso y siembro de flores. (...)

De Cancionero y romancero de ausencias En el fondo del hombre
agua removida.
En el agua más clara
quiero ver la vida.
En el fondo del hombre
agua removida.
En el agua más clara
sombra sin salida.
En el fondo del hombre
agua removida.
***
El corazón es agua
que se acaricia y canta
El corazón es puerta
que se abre y se cierra.
El corazón es agua
que se remueve, arrolla,
se arremolina, mata.

Después del amor
No pudimos ser. La tierra
no pudo tanto. No somos
cuanto se propuso el sol
en un anhelo remoto.
Un pie se acerca a lo claro.
En lo oscuro insiste el otro.
Porque el amor no es perpetuo
en nadie, en mí tampoco.
El odio aguarda un instante
dentro del carbón más hondo.
Rojo es el odio nutrido.
El amor, pálido y solo.
Cansado de odiar, te amo.
Cansado de amar, te odio.
Llueve tiempo, llueve tiempo.
(...)
Amor: aleja mi ser
de sus primeros escombros,
y edificándome, dicta
una verdad como un soplo.
Después del amor, la tierra.
Después de la tierra, todo.
Y los invito a que compartan en este blog, Papeles perdidos, algunos de los poemas o versos de Miguel Hernández, uno de los más destacados poetas españoles del siglo XX, que más les gusten.

2 comentarios:

  1. HOLA ERIKA. Soy MArcos A. Henchoz, soy de Gualeguaychú, Entre Ríos, Argentina. Estoy descubriendo el contenido del blog. FELICITACIONES!!!!!!!!!!!

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  2. ¡Gracias Marcos, gracias a vos por tu tiempo!

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