¿Quién sabe si las estrellas hablan entre sí?
¿Quién podría decir que el cosmos no es el
lecho de amor más grande?
¿O si los tibios soles infinitos han sido hogares para calentar galaxias?
Cobijas plateadas del amor del mundo.
Yo puedo contestar.
yo puedo hablar de los confines del pensamiento.
Y aún allá, lejos tan lejos,
se pierden distantes e inalcanzables
los latifundios cósmicos del amor.
Las caricias más anchas que la luz,
dimensionan la altura los Nortes infinitos,
que se avergüenzan pequeños
ante una canción de amor.
Yo puedo contestar, porque me vieron los soles
las estrellas
y los días
testigos siderales del amor errante.
Yo puedo contestar
mundos eternos, ateridas piedras de luz
araron las sabanas
peinaron soledades,
y me dijeron un día
que hay lechos en el cosmos
mediodías en el cielo,
Y que al lugar remoto donde había llegado
no se distingue en lo que miras,
si es allá
o si es mañana,
pero que siempre será morada
de corazones y versos
de mieles evaporadas, que recogí en este
cántaro, que me prestó una luna cercana
para dártelo a ti, mi diosa,
cuando pudiera encontrarte.
Omar Cota

Érika: ya vi sus cuatro blogs, escribí algo en cada uno, me gustan mucho los trabajos periodísticos (por llamarlos de alguna manera) que aparecen en este blog. Gracias por permitirme venir. Me voy muy satisfecho. En cada comentario hay una pequeña verdad, y en uno hay una verdad tímidamente esbozada. Nos vemos. wílliam
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