jueves, 16 de octubre de 2025

Oh Musa Impertérrita (2011), de Dionisio Cabal Antillón a Yolanda Oreamuno

                                 

                     https://www.youtube.com/watch?v=hvGYof0Hlpo 

 

Ciertamente que yo no vengo con ditirambos a cantar 
ni a hacer endechas de figura 
con claro acento nacional 

Yo que no veo la diferencia
entre un buen maicero y boscán 
ni me pierdo por la culta Europa despreciando
a Calufa y Fabián 

Pregunto porqué nos convoca al entorno de su oquedad 
una mujer que así de pronto 
les rompe su espejo y se va 
¿que podríamos ahora decirte que tenga sentido y verdad?
en vez de lavarnos la culpa con flores, papel y metal 

Cuando emprendiste tu ruta 
no todos te vieron volar 
los cerdos no alzan la cabeza ni miran la estrella solar 

Yolanda, al menos supiste evadir, revertir, remontar 
haciéndote impulso del viento, transida de la libertad  

Pero a nadie se le ha hecho fácil 
poder comprender, alcanzar 
el canon brutal inhumano, 
monstruoso de este orden social

Al huir de la cueva del bruto 
¿cuál ruta te podría salvar? 
si el Virilla, el Sena o el Hudson 
nos arrastran al mar patriarcal 

Que no te dijeron no viste 
no estaba tu calle desierta 
más de100 mujeres calaban del claustro rompiendo
las puertas  

Que las cosas costarricenses
no estaban tan costarrisibles 
las mujeres del barro parían 
fulgores de cosas sensibles
cuando se afina el machismo 
oh mujeres sabias y hermosas envolviendo cruentas
cadenas en ramos de saliva y rosas 

Hay quienes no entienden no aceptan 
que la hembra se sepa cierva y desborde la noche
del miedo para ser de luz y Minerva  

Pregunto porqué nos convoca al
entorno de su entereza 
esta mujer que así de pronto
derrota la muerte y regresa  

Estamos los que te coronan los curiosos ojos que se
asoman 
estamos Yolanda en persona los
que piden perdón y
perdonan 
estamos los que nos marchamos, estamos los que nos
quedamos 
estamos los que regresamos y los que jamás te
importamos, estamos los que se evadieron
estamos los que se murieron, estamos los que se perdieron y
estamos los que revivieron  

Estamos Yolanda los muertos los vivos mínimos y
superlativos 
el ajeno y el propio nativo 
estamos Yolanda los mismos.

 

Dionisio Cabal Antillón, amigo del alma, falleció el 20 de octubre de 2021 a la edad de 67 años.

 

miércoles, 15 de octubre de 2025

Viajes España e Italia: Madrid cautiva, enamora (1), 2023


Este cielo


"Madrid se estableció en un terreno plagado de aguas subterráneas, con abundantes pozo y arroyos (muchos de los cuales se conservan aún), De hecho, en uno de los blasones más antiguos de la capital, figura la leyenda: "Fui sobre agua edificada, mis muros de fuego son, esta es mi insignia y blasón", del que hablaré en otra ocasión". 
 
Dos siglos de influencia musulmana y ocho cristiana, hizo de su arquitectura fiel y precioso reflejo de su historia.  

























jueves, 9 de octubre de 2025

Poesía, música y algo más, un siglo atrás


Te conocí a la sombra y al fuego; más bien te escuché antes de conocerte. Yo estaba detrás del pino, distraído, charlando con amigos, pero con la mente en alguna lejanía o en alguna de esas ocurrencias que a menudo logran una ocupación casi total de mi mente. Pero en todo caso, recuerdo con claridad que andaba con una profunda hoquedad en el pecho; tan grande, que de no haberte mirado se habría instalado allí, como solía ocurrirme. Realmente me estaba sintiendo mal como cuando uno sabe si lo que quiere es reír o llorar. No sé si lo había descubierto en esos días, pero lo cierto es que a mis treinta seis años me vine a dar cuenta de que el amor es indispensable en mi vida, pero el amor en llamas, en brasas, en vino, adobado con guitarras y poemas; amor heroico, sensual, libre, mezcla de cielo y de tierra. Amor en cataratas, huracanes, perfumados de tiempo y de vida.Amor gitano,con embrujo y con magia, que pueda juntar en algún sitio impensable del tiempo el ayer, hoy y mañana. Amor, pero el amor verdadero.

Así buscando estrellas, te escuché reír. ¡Qué risa! Un kindergarden entero comprimido en una voz. Algo tenía que provenir de un rostro bello, de un cuerpo hermoso y abundante. Una larga cabellera desbordada en un pullover a rayas fue todo lo que logré ver entre la gente, el rumor, el humo y la sombra. Pero intuí tu belleza. Intuí el amor en la interioridad de aquella figura que se alejaba lentamente hacia otro grupo de invitados. Luego me enteré de lo demás. Sin ningún pudor, con la fruición de un viejo minero pregunté quién eras, qué hacías... de todo. Como un felino al acecho me acerqué al grupo. Te pude mirar el rostro, descubrir tu sonrisa, escuchar tu voz. Luego te estreché la mano, o te besé en la mejilla. No recuerdo. Ahí empezó este loco amor que me tiene aquí en los andes peruanos, buscando cumbres, en un intento inútil de mirar al otro lado del mar. Este es un sitio raro del planeta. La aracaunia de Neruda se oye aquí más clara. El lamento del indio, siglos de dolor, se convierte en piedra y ruinas, para testimoniar la grandeza de ayer. Los cóndores lo vieron todo. En las alturas, con el aire enrarecido, se escapan los espíritus a volar por las moradas del pensamiento. Y yo quiero volar con los cóndores y escuchar con las quenas, nostalgia y ternura del altiplano y de la sierra, un canto al amor y a la vida. Quiero verte de nuevo y que vengas aquí conmigo a preguntarle al indio o a la piedra vieja, al aire y al cóndor ¿si esto que estoy sintiendo no es mezcla de cielo y tierra? ¿si esto que estoy sintiendo no es amor verdadero?

Omar Cota 

                                                             Del olvido no me acuerdo  

 

Soy un hombre más, caminante sin destino

solo eso; caminante

Yo mismo marco mi ruta

y solo sueños me retrasan en llegar, pero sigo y llegaré

¿Qué me espera?

No lo sé, y no importa.

Lo que me importa es que me espera

Es un sueño de mi mente la existencia, 

soy yo mismo quien me espera

me miro transitar por el camino, camino mío.

Soy un hombre más, caminante sin destino.

Solo juro, llegaré.

24/2/80 


 

Hablé porque recordé lo escrito sobre “El entomólogo’ (óleo sobre tela) de don Enrique Echandi, hace una semana, en el Taller de apreciación de poesía que nos da Alfredo Trejos. 
Fue para el Semanario Universidad (15/02/1985) a mis 23 años.
 

 
Esta madrugada de desvelo lo encontré en el repositorio del SIBDI-UCR.

 

 

El entomólogo (Sfch), óleo sobre tela de don Enrique Echandi


                                           

                                        Para tí que soy río (LEMG)

                                              https://www.youtube.com/watch?v=wv_8O1IC_80

  

Años 80, encuentro con los graduados 78´, del Conservatorio Castella



César Valverde: la mujer en su obra