domingo, 31 de octubre de 2010

Cuento para niños, de Miguel Hernández


Un hogar en el árbol

Un día Nita vio un nido en el árbol, que había junto a su ventana.
-Toñito! -dijo a su hermano-. Se ve un nido en el árbol. Y dentro hay huevos. Uno, dos, tres, cuatro huevos!
En esto, vino un pájaro loco al árbol, se fue derecho al nido y se sentó sobre los huevos.
Mira! Mira! -dijo Toñito-. Hay un pájaro. Es el pájaro madre.
-Si! -dijo Nita-. Yo veo al pájaro padre también. Qué feliz es!
Una mañana Toñito dijo: “Ven conmigo Nita! Mira el nido ahora”.
Nita miró el nido. Adivina qué vio dentro.-Ooooooh! -dijo la niña-.
Uno, dos, tres, cuatro pájaros pequeñitos! Qué graciosos pájaros tan pequeñitos!
Pronto los pajaritos se hicieron grandes. Y querían volar.
-Mira -dijo uno de ellos a los otros!- Yo puedo volar. ¿Queréis verme volar?
Hop, hop, hop! Y el pajarito que quería volar cayó en tierra al intentarlo.
Vino el pájaro madre. Y también vino el pájaro padre.
Ellos no podían ayudar a su hijito, que se les había escapado del nido.
Pero Nita le cogió al pie del árbol.
-Ven aquí, Toñito! -dijo la niña-. Este pequeñito cayó del nido. Nosotros debemos ayudarle.
Tomó Toñito el pequeño pájaro, subió con él delicadamente sobre el árbol y le puso dentro del nido.
Un día el pájaro padre dijo:-Venid, venid, venid, hijitos míos, pajarillos de mi corazón!
Ahora ya podéis volar. Volad, volad conmigo!
El pájaro madre también dijo:-Volad, niñitos míos y del aire! Volad, volad conmigo!
Y los cuatro pajarillos echaron a volar. Y el pájaro padre iba delante.
Y el pájaro madre iba detrás. Nita y Toñito les despidieron gritando:Hasta la vuelta, pequeñuelos
y que no os vayáis a perderen las estrellas de los cielos.Venid siempre al atardecer.


Fuente: www.elcultural.es (España)

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