lunes, 27 de julio de 2015

Cuenco con hojas secas



Apelamos a lo natural, al aroma y al gozo que la ternura da. Fuimos
pronto, mío, río al mar; a tu gusto como siempre, sin aditivos. Lo básico fue lo esencial. Lo especiado, desde el cuenco mismo, lo verdaderamente real. 
Su intenso color cúrcuma, resalta por encima de tus hombros altos, anchos, de robusto tronco, paisaje anhelado que espesa la bebida en medio de las noches. De verdor, tu recuerdo al despertar, el claro almíbar,  el amor y el verbo de quien fue y que por siempre será mi poeta. 
Vos, poema de agua, nacarada. Veintiún mil hojas vivas cubrirán tu entorno, estrellas fugaces gozarán de tu luz natural. Húmeda tu estructura, como la mía. Cero fallas telúricas entre miradas. Frente altiva. Cruce de tibios abrazos con olor a miel. Besos de mango dulce, de los frutos maduros... de los tiempos que vendrán. Amarillo sol, así es tu altar.
Luego caímos suave entre gotas de aire, entre nubes de sal. Anunciamos, ambos, el amanecer. Fundiste caracoles en el horizonte ¿quién, si no vos?, ¿supiste quién te amó? Venciste sin más el calor, este se agrietó y resquebrajó como el tatuaje que te lucí en la sien. La lumbre de nuestros encuentros se apagó, así, sin más aire, sin freno. Desde entonces, transpiro entre poros heridos, ojos que brillan menos. Las pupilas que auxilian cada paso se cubrieron de hiel. Se extinguió al fin lo natural.  Tu caída fue estrepitosa desde el cerro alto, claro, mortal. Forzaste la ira, delante de los muros y esa advenediza luz, trémula y en extremo delgada que advertí en medio del silencio, rompió nuestro cuenco, esparciendo tras de hojas sueltas. Ahora apelo al frío, al sinfín de aves que de nuevo buscan nuestra agua y nuestra miel.

jueves, 23 de julio de 2015




Prolongar el almuerzo hasta la cena/ Recorrer entre tanto el campo/ Tu voz / Nuestra geografía serena/ y luego el mar, al mar./ Agita tu risa de escándalo y Sol/ tu paso ancho, seguro./ Húndete como el caracol bajo la arena, / amada,  salada, alada/ batiéndose entre garzas blancas./ Sacude el aire,/ respira el sueño, corre./ Persigue el campo cargado de jazmines/ Cae, perfuma el cabello, atrae la estrella/ Cena/ Flota/ Abriga mi alma/ Mi sueño es tuyo.

e. henchoz

viernes, 17 de julio de 2015










Recoje
Extiende
Vuela, 

Te cubra el aire

Soberano, él,

Fresco, ligero, azul Rey.

Las alas se alínean hacia tu norte,
Frontal instante de vértigo aclama.
Te palpo, siento,
Avanza, que el viento haga temblar tu voz, la mía.
Tus piernas, estiran, crezcan, corrijan.
Sopla,
Más fuerte, arráncame el nombre.
Susurra el vuelo,
Atrapa seguro ese tránsito de aves
Que llevas en tu pecho.
y levanta miradas desde tus noches blancas.

Orígenes del Castella: Juan Fernando Cerdas "A través del arte los criterios de evaluación varían, la autoestima se puede fomentar de otra manera al igual que la capacidad creativa".

 Tomada de la Revista UNA Entré al Castella en el año 1958 a tercer grado, no porque me interesaba la actividad artística. Mis papás habían ...